Europe is in dire need of a second discovery of Latin America. But should we really be talking about discovery? The word has a very bad sound in European/Latin American history. Over centuries the European interpretation of discovery went hand in hand with conquest, exploitation and imperialistic expansionism. And the 'discovery' of Latin America deeply altered the social and cultural structures of the South American continent for ever. Our (the Europeans') ancestors killed millions, nearly destroyed a priceless cultural heritage and brought unique civilizations to the brink of extinction. Additionally the classical interpretation of discovery has a deeply Eurocentric smack. After all America did not come into existence when European sailors discovered that there was a whole unknown continent between Europe and India, but already looked back at thousands of years of cultural history.
But there are different meanings to the word of discovery. The Oxford English Dictionary defines the verb discover as:
1) to find unexpectedly or in the course of a search.
2) to become aware of (a fact or situation).
3) to be the first to find or observe (a place, substance, or scientific phenomenon).
Our ancestors had a rather ignorant mindset for today's standards and clearly thought of the discovery of America as a mixture of the definitions 1 and 3, with a an emphasis of being the first to find a place. While Europe's approach to Latin America was that of arrogant ignorance for the already existing societies at that time, it is one of nescience today.
Latin America was home to the so called 'third wave of democratization' in the 1980's. It is one of the vital and growing regions of today's world and it's leading powers, like Brazil, have emerged from the global financial and economic crisis nearly unscathed. The economy of Latin America is among the most dynamic in the world. The continent gave birth to a unique culture, drawing from different traditions by blending indigenous Latin American cultural roots with European cultural roots.
In our changing world Latin America is one of the few regions that shares most of our values, that shares what we call 'western culture'. The region is thus a natural ally for Europe in working towards a multilateral world that endorses peace, respects human rights and promotes democracy.
Nevertheless the interest of Europe's elites for Latin America's political, economic and social developments is slim. Following the proverb coined for the European mass media's approach towards Africa 'no news is good news', European newspapers barely address political or social developments in Latin America. Only high tension conflicts like the political crisis in Honduras or the drug war in Mexico make it into European newspapers. Latin America mainly plays a role as a tourist destination or the destination of exchange programs. Even during the EMLA (Europe meets Latin America) forum at the Institute for Cultural Diplomacy many presentations focused on these aspects! While the relations of Germany and Europe to the (re-)emerging powers of China and Russia are discussed intensely in the media and the general public, this is not true for Latin America. For example China is in the focus of German public interest due to it's role as the host country at the Frankfurt Book Fair 2009. One can only hope that Argentina's role as a host country in 2010 triggers a similar interest.
The ongoing negligence of Latin America is going to cost Europe dearly in terms of lost opportunities. Economically Europe is wasting it's historically grown privileged economic ties to Latin America and politically it is failing to recognize a potential ally in today's trend-setting debates. It is high time that Europe discovers Latin America again, but this time around in the sense of becoming aware of a continent of opportunities.
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La necesidad de un segundo descubrimiento de América Latina
Europa necesita con urgencia un segundo descubrimiento de América Latina. Pero tal vez no sea “descubrimiento” el término adecuado. Dicho término implica un sentimiento negativo en la historia compartida de Europa y América Latina. Durante centenarios el concepto que Europa tuvo de descubrimiento, significaba conquista, explotación y expansionismo imperialista. Además el “descubrimiento” de América Latina cambió radicalmente y para siempre, las estructuras sociales y culturales del continente. Nuestros antecesores (los de los europeos) mataron millones de personas, destruyeron prácticamente una herencia cultural invalorable y casi exterminaron una civilización única. Además la interpretación clásica de “descubrir” es profundamente europeo-centrista. Porque finalmente América no obtuvo relevancia, solo gracias a que marineros europeos se dieron cuenta de que había un continente desconocido entre Europa y la India, sino que ya tenía una historia cultural de miles de años.
Sin embargo hay diferentes significados para la palabra “descubrir”. Según el Diccionario de la Real Academia Española “descubrir” significa:
2) Hallar lo que estaba ignorado o escondido, principalmente tierras o mares desconocidos.
3) Venir en conocimiento de algo que se ignoraba.
América Latina fue transformada a través de la “tercera ola de democratización” en los años 80. Es una de las regiones vitales y crecientes del mundo y sus poderes principales, como Brasil, han superado la crisis casi sin daños económicos. La economía de América Latina está entre las más dinámicas del mundo. El continente creó una cultura única, que mezcla las raíces culturales de Europa y las de la América Latina indígena.
En nuestro mundo, que está cambiando constantemente, América Latina es una de las pocas regiones que comparte la mayoría de nuestros valores y lo que nosotros llamamos “la cultura del occidente”. Por tanto la región es un aliado natural de Europa, en su esfuerzo de crear un mundo multilateral apoyando la paz universal, respetando los derechos humanos y promoviendo la democracia.
Sin embargo, el interés de las élites europeas para los sucesos políticos, económicos y sociales en América Latina es escaso. En concordancia con la frase hecha sobre el punto de vista del periodismo europeo de África “que no haya noticias, es una buena noticia”, los periódicos europeos casi nunca tienen en cuenta el ámbito político y social de América Latina. Solamente conflictos de alta tensión como la crisis política en Honduras o la guerra contra los narcos en México y Colombia salen en los periódicos de Europa. América Latina se ve sobre todo como un destino turístico o un destino para programas de intercambio. Incluso durante el foro de EMLA (Europe meets Latin America) del Institute for Cultural Diplomacy, una mayoría de las presentaciones se concentraron en estos aspectos. Mientras las relaciones de Alemania y Europa con poderes emergentes como Rusia y China, es un tema discutido por los medios de comunicación y públicamente, este no es el caso con las relaciones con América Latina en partes grandes de Europa. Por ejemplo China está ahora en el centro de la atención pública de Alemania, por su papel como país invitado a la feria del libro 2009 en Frankfurt. Esperamos que la invitación de Argentina en 2010 cause la misma atención.
La negligencia prevalente de América Latina costará a Europa mucho en términos de oportunidades perdidas. Económicamente Europa está desperdiciando sus relaciones económicas privilegiadas con América Latina, que ha alcanzado gracias a procesos históricos; y en términos políticos está ignorando la oportunidad de ganar un aliado en los debates decisivos del futuro. Europa no tiene tiempo que perder para volver a descubrir América Latina, pero esta vez con el objetivo de venir en conocimiento de un continente lleno de oportunidades.
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